En el primer clásico Alianza - U toda la fuerza de la disputa deportiva entre Mario De las Casas y Jorge Kocho y Sarmiento. Fue aquel partido que terminó a goles y bastonazos
El gran oponente, el generador de lo mejor de uno, es el que ayuda a sacar lustre a la grandeza interna de cada luchador. Cuando estos grandes rivales se enfrentan siempre estamos con los ojos expectantes por ver su mejor desempeño. No hubiese sido lo mismo ver la Fórmula 1 sin los duelos entre Alain Prost y Ayrton Senna, el Ajedrez sin Anatoli Karpov contra Gari Kasparov, o los paralizantes Boca - River y el Barza – Real Madrid. En el Perú, dos equipos que nacieron con ganas de gloria son el Alianza Lima y Universitario de Deportes, el primero, el equipo de los negros y los pobres, el segundo, de los blancos adinerados, aunque hoy esas grandes rivalidades clasistas ya no existen. Sin embargo, encontramos gente de uno u otro bando bramando por un equipo que representa la antípoda de su situación social.
Pero eso ya no interesa, los Clásicos de fútbol, son eso, equipos de longeva trayectoria con seguidores fieles a su destino, sea en la gloria o en la derrota, ya que como dicen muchos comentadores deportivos no importa en qué situación se encuentren pues cuando toca enfrentarte a tu rival eterno, es un universo aparte. Porque uno siempre quiere derrotar a ese amigo que sacó lo mejor de uno, el que te inspiró a perfeccionarte para vencer al más duro rival.
El Alianza Lima no sería lo que es sin su compadre Universitario y viceversa, pero no es fácil ser el mejor, nadie impone un clásico, tal vez la televisión y sus trucos publicitarios con sus “nuevos clásicos” pero la realidad nos dice que si no está en los ojos de los hinchas la rivalidad acérrima entre los oponentes esos duelos no existen. Seguir la competencia palmo a palmo durante casi cien años es admirable, un combustible inspirador dominante en la conciencia de quienes defienden sus camisetas y las de sus hinchas.
Aún a estos grandes equipos les falta los palmares internacionales, quién sabe si cuando conquisten alguno un campeonato internacional el otro le siga por la ansiedad de tener también el suyo.
Yo respeto esa rivalidad, jamás he llamado gallina a un hincha de la U (a excepción en los clásicos, ya que si no saltas ni cantas cuando estás en medio del "Comando Sur", te cae tu golpe), ni menos he pretendido justificar alguna superioridad institucional. Porque al compadre se le respeta, en la cancha duro con ellos, alentar hasta que el rival doble las piernas pero luego aprender de sus virtudes para derrotarlo.
De lo que pude ver, mis respetos por la U de finales de los 80 y comienzo de los 90, ellos jugaban unas decorosas Copas Libertadores, el equipo de Roberto Martínez, Chemo del Solar y Carranza era pura garra, no ganaban, pero empataban con mucho coraje sus partidos. Me agradaba verlos porque sabía que lo darían todo, sobre todo Jose Luis Carranza, el último caudillo crema. También recuerdo con agrado al Cristal del 97 dando cátedra al Velez de Chilavert, al Bolivar en la Paz, al Racing con baile incluido, deleitándome con sus golazos mágicos e impredecibles. Del Cienciano (lo mas superlativo), su tozudez y terquedad por el gol, el baile de Carty y la humildad de Morán.
No hay que dejar que el fanatismo nos impida degustar el buen fútbol, aprender a verlo para poder asimilarlo y vencer al rival.
El Alianza Lima siempre será el equipo alegre, el burlón con buena onda, su juego ameno, libre de impostaciones dramáticas, me he divertido ver jugar al Alianza, como he renegado a rabiar por sus excesos y defectos.
Para terminar, solo quiero recordar un partido que vi allá por el año 94, si mal no recuerdo, jugaban Sporting Cristal vs Defensor Lima, el marcador fue de 11 a 1 en contra del segundo, ver la impotencia del rival y la contundencia del Cristal me hizo pensar: ”Cómo es cuando te respetan, si te pueden meter 11, lo harán” Cristal nunca pisó una bola de más, ni hizo malabares, todos iban hacia el arco como si estuvieran delante del Gremio de Porto Alegre, Cristal respetaba al campeón nacional del 74, por eso le metió once. Luego de eso el Defensor Lima desapareció, le aniquilaron el espíritu y lo mandaron a la Segunda a que recupere el valor que los hizo ser campeones.
Entonces, la mística de los clásicos de futbol se halla en ese sentimiento de probar la grandeza espiritual y deportiva de un equipo. Cuando el año pasado casi Alianza Lima desciende, los de jugadores de Universitario de Deportes declaraban que si tiene que descender así debe ser, pero no lo deseaban, ya que ellos sabían que el Alianza es el espejo de la U y nosotros que la U es el espejo del Alianza, porque cada vez que se enfrentan podemos ver qué tanto fervor posee cada uno por el fútbol.
Así, los días de victoria, nuestro equipo está en las cumbres digno legado de sus antepasados, si perdemos, ofensa grave hacia la gloriosa tradición aliancista.
Cornelio Heredia y Alberto Terry (capitanes de ambos equipos). "El Brujo" y "El Gringo". Dos jugadores con todo el color y calor de la hinchada. Fueron básicos en las formaciones de Alianza y la "U" en los años 50.
Juan Emilio Salinas y Segundo Guevara. "nueves" los dos goleadores.
Juan Carlos Oblitas con Teófilo Cubillas. Dos cracks en blanco y negro para cualquier equipo del mundo. El primero actuó en España, México y Bégica. "El Nene", en Suiza, Portugal y Estados Unidos. Han sido verdaderos embajadores de nuestro deporte.
Foto con historia: Son los hermanos Humberto y Eduardo Rey Muñoz.
Foto con historia: Son los hermanos Humberto y Eduardo Rey Muñoz.
Challe y Sotil: Dos astros peruanos en el Mundial del 70 jugado en México. Flojos para el entrenamiento pero señores del balón en la cancha. Constituyen parte de la época dorada de nuestro balompié. Llegaron a enfrentarse en los clásicos
Cvrioseando entre clvbes de esta parte del mvndo vi cómo se repitió en casi todos los paises el tema de la rivalidad. Casi todos los casos son vn "enfrentamiento" de clases opvestas. Existe vn ekipo nacido de la iniciativa de las clases obreras-trabajadoras, y el otro proveniente de las clases pvdientes. Obviamente, con el correr de los años tales diferencias sólo kedaron como ""partidas de nacimiento". Otros factores distintos a estos son nacionalistas/religiosos (Celtic y Glasgow en Eskocia), políticos (Partizan y Estrella Roja en Serbia). La verdad me fastidia cvando comentaristas se apvran en llamar "clásico" a vn enfrentamiento sin mayor historia, tan sólo x vna coincidencia geográfica. Vn clásico en más ke eso, no son coincidencias, sino más bien todo lo contrario. Son batallas con fecha de nacimiento, pero ke nadie desea tengan algvn dia fecha de defvnción.
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